
LAPISLÁZULI
Lapizlázuli proviene del persa lazur, que es “azul”, y lapre, que significa “piedra”. Prácticamente todo el lapislázuli utilizado en la antigüedad en Asia y Europa provenía de las canteras situadas en las montañas de Afganistán, las cuales todavía son explotadas con procedimientos muy similares a los utilizados hace miles de años. En América, los incas y otras culturas precolombinas explotaron hace 2 mil años yacimientos en la región de Chile, para máscaras y ornamentación. El polvo del mineral, la azurita o lazurita, proporcionaba un pigmento azul muy reputado entre los grandes pintores del Renacimiento, por su durabilidad. Los egipcios y súmenos lo utilizaban para máscaras porque lo consideraban una piedra de la pureza. Leonardo Da Vinci, Alberto Durero y Fra Angélico se referían al polvo de lapislázuli como “oro azul”. En el medioevo y el Renacimiento era tan costoso como el oro. En la actualidad se sigue empleando en joyería, y es Chile el mayor exportador de este material. El lapislázuli se ha grabado con frecuencia. El tesoro de la corona de Francia posee muchos y magníficos objetos de lapislázuli, como una copa de lápiz piritoso en forma de navecilla de grandes dimensiones, un sable de mango de lápiz que le regalaron a Luis XVI y una enorme cubeta hecha de este material. El lapislázuli se recomienda para pensar racionalmente, despierta la mente hacia una nueva conciencia superior y se usa para meditar. Desbloquea los chakras, es muy indicada para relajarse; brinda vitalidad, organización, flexibilidad mental y expresión creativa.
• Fortalece el sistema inmunológico, la garganta, el timo, la tiroides, la
columna vertebral y las trompas de Eustaquio.
• Esta piedra ayuda a prevenir enfermedades, reparar músculos, huesos
rotos y fracturas. Es la piedra de la comunicación.
• Atrae fama y fortuna, cura el insomnio, y ayuda en procesos inflamatorios
e infecciosos. Es de utilidad en problemas renales o intestinales.
• Actúa como un purificador del sistema respiratorio. Apoya para dejar los
hábitos nocivos, adicciones, dependencias y compulsiones obsesivas.
• Esta piedra equilibra la energía yin-yang. Controla los desajustes
emocionales, alivia la melancolía, la depresión y desarrolla la intuición.
Aumenta nuestro nivel vibratorio.
• El lapislázuli aumenta la conciencia, logrando así que las preocupaciones
y las responsabilidades no sobrepasen a quien lo use. Tranquiliza a
personas nerviosas, es una piedra de protección.
• Relacionada con el chakra de la garganta (5o) y el chakra del tercer ojo
(6°).
• Asociación astrológica: Sagitario y Piscis.
• Elemento: Aire
• Vibra con el No. 3.
